Cuando descubrí la novela Firmamento, su autor Máxim Huerta acababa de ser nombrado Ministro de Cultura y Deporte. Curiosamente, cuando me hice con un ejemplar, tan sólo unos días más tarde, ya no lo era.
En un hermoso hotel a orillas del mediterráneo, el escirtor Mario Bellver busca cómo acabar la novela de otro. Un día, la llegada de Ana Monteleón, que inica sus apacibles vacaciones, viene a corregir el rumbo del verano… y de su historia.
Bajo el cielo estrellado, a veces bajo el techo de la habitación, un juego amoroso se prepara. Se relatan los oscuros recovecos de dos personas muy diferentes que no saben cómo salir de sus vidas. Tan vulnerables como firmes en sus contradicciones.
Mi opinión
Firmamento es una novela ligera, pausada, dividida en tres partes y numerosos capítulos, la mayor parte de ellos de corta duración, narrados en primera persona, desde el punto de vista de cada uno de sus protagonistas: Ana Monteleón (una editora) y Mario Bellver («un escritor que puede corregir un texto pero no sé corregir una vida«).