Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero aun así me he aventurado con Juan Gómez-Jurado y su última novela, Loba Negra. Ahora, ¿será cierto que las segundas partes nunca fueron buenas? Veamos.Argumento
Mi opinión
Loba negra es una novela policíaca de acción que recupera a sus personajes, Antonia Scott y Jon Gutiérrez, y los envía a la costa malagueña, Marbella, donde se ha producido la muerte de Yuri Voronov, el tesorero del capo de la mafia rusa Aslan Orlov y ha desaparecido su mujer Lola Moreno.
El subinspector Belgrano y la comisaria Romero apenas les han facilitado datos por cortesía, molestos por recibir la visita desde Madrid, pero aún quedan muchas más incógnitas por resolver y Antonia Scott no se rinde fácilmente. Poco a poco, irá tirando de hilos e incomodando a unos y otros hasta, sin pretenderlo, hallar a la Loba negra.
Juan Gómez-Jurado hace uso de una narración directa, sencilla, capítulos cortos que agilizan la lectura y, sobre todo, muy visual por lo que auguro que, si se traslada a la gran pantalla, será un éxito.
La protagonista, Antonia Scott (“No es policía, no es criminalista. Nunca ha empuñado un arma, ni llevado una placa, y sin embargo ha salvado decenas de vidas”), es un personaje más desarrollado, con sus miedos y constantes desafíos, que ve los documentales de la 2 y considera que los tacos empobrecen el lenguaje. También su compañero, Jon Gutiérrez, parece mostrar sus sentimientos con sus constantes apelativos cariñosos hacia Antonia, pero sin dejar de aparentar a ese icónico Bud Spencer que cuando se cabrea se pone a repartir con la mano abierta.