Si os soy sincera, hay veces que sólo leo el título antes de decidirme por un libro, como en este caso a toparme con Un crimen con clase, de la escritora y guionista Julia Seales.
Sinopsis
Beatrice Steele, del pequeño municipio de Swampshire, en la campiña inglesa, nunca ha encajado en la definición de una verdadera dama según el estricto código de conducta que allí rige: no sabe coser ni tiene talento para la música. Vive sin sobresaltos junto a su madre, cuya única preocupación es conseguir un buen partido para sus hijas; su padre, un bromista sin remedio, y sus dos hermanas menores. Sin embargo, Beatrice esconde un secreto: sueña con resolver casos de crímenes reales sobre los que lee en el periódico e incluso ha llegado a cartearse con un inspector de Londres. Si alguien se enterara de su extraña afición, todos la considerarían un bicho raro y sería expulsada para siempre de su respetable círculo social.
Cuando un misterioso detective caído en desgracia se deja ver sin motivo en Swampshire durante el gran baile de otoño, y el soltero de oro con quien su madre quiere casar a su hermana Louisa se desploma en medio del salón, Beatrice intuye que están atrapados en la mansión con un asesino y que es la oportunidad perfecta para resolver un crimen.
Mi opinión
Un crimen con clase es una novela de misterio de época, con un título más que acertado, ya que emula a Ágatha Christie con un toque de Jane Austen.
La entrada en escena del misterio se demora hasta bien entrada la lectura, pues el crimen no tiene lugar hasta la página 130. He aquí mi única pega. Hasta entonces la escritora muestra a los personajes y ubica al lector en el contexto histórico.
Me llamó la atención, una vez más, la cubierta de Mi familia y otros asesinos, por lo que eché un vistazo a la sinopsis y, a partir de ahí, no hubo vuelta atrás. Cuando descubrí que el libro está escrito por los hermanos Fran y Chus Navarro. El primero guionista y el segundo librero que, además, imparte talleres de escritura creativa, me dije: “no puedes dejar escapar la ocasión”.
¿Qué amante del misterio se resistiría ante semejante lectura?
Sinopsis
En su remota mansión de los Pirineos, los Watson se preparan para celebrar las fiestas navideñas como una familia cualquiera: reencuentros esperados, mucha comida y bebida y la firma promesa de no hablar de política. Pero los Watson no son una familia cualquiera, ya que tres de sus miembros son los inspectores de policía más reconocidos del país: Richard Watson, patriarca y sabueso a la antigua usanza; Eugenio Watson, su hijo, obsesionado con el análisis exhaustivo y científico de la escena del crimen, y Florencia Watson, su peculiar y perspicaz nieta.
Cuando un grito corta el aire helado de la mañana de Navidad, la mansión de los Watson se convierte en la escena de un crimen. Miriam, la hermana mayor del clan, ha aparecido muerta en su cuarto sobre un charco de sangre, pero sin herida alguna y con marcas de haber sido estrangulada. Solo hay algo seguro: el culpable está dentro de la casa. Richard, Eugenio y Florencia ―abuelo, hijo y nieta― tendrán que poner a prueba sus diferentes métodos de investigación para resolver el caso antes de que el asesino ataque de nuevo.
Mi opinión
Mi familia y otros asesinos es una novela de misterio que trata de emular a Ágatha Christie, pero con el añadido de que, en vez de un investigador como pudiera ser Hércules Poirot o la señorita Marple, quienes resuelven el misterio son una saga de investigadores: los Watson. El primero de ellos es el patriarca Richard, cuyos métodos son más arcaicos, un policía a la vieja usanza; Eugenio, su hijo, más metódico y concienzudo en cuanto al procedimiento; y Florencia, nieta e hija, respectivamente, con la irreflexión propia de la edad y vocabulario actual, que me ha costado seguir en determinado momento. De locos.
Desde que leí Te dejé ir, de la escritora galesa Clare Mackintosh, no he dejado escapar ni una de sus obras que han pasado por mis manos. En esta ocasión La última fiesta, incluye una cita en la cubierta de Patricia Cornwell, comparando el libro con, ni más ni menos que, Ágatha Christie, por lo que la lectura era ineludible.
Sinopsis
El cadáver de un hombre aparece en Lago Espejado, en la frontera entre Inglaterra y Gales, la mañana de Año Nuevo. Todo sucedió durante la fiesta de Nochevieja que la víctima, promotor de un complejo vacacional de lujo, ofreció a sus amigos y vecinos. A ella estaban invitados todos los vecinos de Cwm Coed, viejos conocidos del pueblo galés situado en la orilla opuesta, donde había nacido. Cuando horas después lo encontraron muerto casi nadie lo lamentó.
Mi opinión
La última fiesta es una novela de misterio al estilo de Ágatha Christie, pero más prolongada, lenta y minuciosa. Al igual que en Te dejé ir, la autora divide la trama en dos partes para alternar espacios temporales y mostrar la historia en su conjunto con un, adelanto ya, giro final en el desenlace al estilo de la dama del misterio por excelencia.
En la primera mitad, nos muestra el día de Año Nuevo y la investigación criminal de los días posteriores, para dar un vuelco en la segunda parte y mostrar los meses previos desde múltiples puntos de vista para poder entender los motivos de cada uno de los personajes.
Los protagonistas: Ffion Morgan y Leo Brady, dos agentes de policía que trabajan para los departamentos de Delitos Graves de Gales e Inglaterra respectivamente. Ambos unirán sus conocimientos para descubrir qué le sucedió a Rhys Lloyd y cómo acabó ahogado en el Lago Espejado.
Otros personajes son: Elen Morgan (madre de Ffion), Seren (hija de la anterior), Malik (inspector jefe de Ffion), Huw Ellis (albañil y exmarido de Ffion). En cuanto a Leo Brady hay un par de personajes que nos muestran su personalidad: su exmujer Allie y Simon Crouch, su superior. Respecto a los personajes de La Ribera donde vivía la víctima, Rhys Lloyd, tenemos a su mujer Yasmin, sus hijas gemelas, Felicia y Babby, su madre Glynis, su socio Jonty Charlton y su mujer Blythe. En las cabañas restantes residen Bobby Stafford (exboxeador) y su mujer Ashleigh (influencer), Clemence Northcote y su hijo Caleb, y la señora Dee Huxley.
Por último tenemos a: las amigas de Ffion, que también tienen relación con la víctima: la asistenta, Mia Williams y la cartera Ceri Jones. La brujaAngharad y el barquero con su alquiler de embarcaciones Steffan Edwards.
La última fiesta es una novela policíaca pausada, minuciosa, entretenida, muy bien descrita y mejor hilada, si es posible, con alguna mención sobre temas de actualidad como es el cambio de sexo y el empoderamiento de la mujer, aunque esto último, según el contexto tiene doble intencionalidad.
“Ellas se han pasado la vida entera tapándose y cambiando de recorrido, pero ahora las mujeres están reclamando las calles, el derecho a vestirse como quieran y a hacer lo que les dé la gana”.
Me encanta el estilo de Clare Mackintosh, con sus dosis de misterio y suspense. Sus novelas son de diferente temática, pero enganchan igual. Es cierto que, Sin elección, era más rápida, como parece requieren los cánones actuales. Véase Javier Castillo o Juan Gómez-Jurado.
Traiciones, engaños, mentiras, rencores y muchas disputas en las que nada es lo que parece.
“La gente se resiste a los cambios”
Para finalizar, me temo que he estado tan inmersa en la trama que no he encontrado ninguna cita que remarcar.
Novela: La última fiesta
Autora: Clare Mackintosh
Categoría: Best-seller/ Thriller/Policíaca
Recomendación: Es una novela de misterio para saborear con calma.
Me atrapó el argumento de El campamento y con el vago recuerdo del libro que leí de Blue Jeans, pseudónimo de Francisco de Paula Fernández, me decanté por esta lectura que, anticipo, me ha encantado.
Sinopsis
Diez de los chicos más prometedores del país, menores de 23 años, han sido invitados a un campamento muy especial en los Pirineos. El precursor de esta idea es Fernando Godoy, uno de los hombres más ricos de España, que busca a alguien joven que le ayude a dar una nueva imagen a su imperio y que ene le futuro ocupe su lugar. En aquel idícilico paraje, recibirán formación y serán preparados para convertirse en la mano derecha del millonario. Pero solo uno podrá conseguirlo. Un bestseller de novela juvenil, una atrevida instagramer, un cantante pop de moda, un exitoso atleta, un estudiante de criminología brillante, una influencer con marca propia, la creadora de una pp para rikis, uno de los gamers del momento, un chico que promulga la palabra de Dios de una manera peculiar y una conocida actriz son los candidatos finales. Solo tendrán un hándicap para estar allí: nada de móviles ni comunicación con el exterior. Las cosas marchan según lo previsto y los jóvenes disfrutan de esta experiencia hasta que en el segundo viernes de convivencia los coordinadores del grupo desaparecen y uno de los chicos muerte en extrañas circunstancias. A partir de ese instante todo cambiará y los acontecimientos inesperados se irán sucediendo.
Mi opinión
Tras la lectura del argumento pensé en encontrarme con un libro con una muerte entre los Pirineos y varios sospechosos, pero lo que no imaginé era encontrar un libro al estilo de Ágatha Christie y el paralelismo, intencionado, con su novela Los Diez negritos (renuncio a cambiar el nombre) y un poco también con la película de Los inmortales con el «sólo puede quedar uno«.
El libro está dividido en sesenta capítulos y un epílogo, que narra siempre en tercera persona, alternando el tiempo (presente y pasado) y los personajes para mostrar la visión de los hechos y explicar su modo de proceder. En un principio, esta sucesión aleatoria me mareó un poco y fue difícil ubicar los nombres con cada uno de ellos y tuve que tirar de chuleta para saber quién era quién y a qué se dedicaba. Pero a medida que avanza la obra no sólo resulta fácil seguir el hilo, sino que se lee de un tirón. En tres días me lo he ventilado, y eso que apenas tenía tiempo para leer.
«No hay que conformarse con quedarse cerca del objetivo. Hay que ser certero y exigente con uno mismo»
La lectura es rápida, entretenida y adictiva. Me he sumergido en la historia y he devorado las páginas al frenético ritmo de actividad que había en el campamento y mis sospechas iban recalando en cada uno de los personajes, sin tener claro quién podía ser el asesino.
«No tardamos en pasar al rincón de los olvidados. Por muy importante que sea la huella que dejemos»