Desde el primer momento en que vi este título tan llamativo, Grumo y mosquito, quise leer el libro y saber qué era lo que su autor, Borja Alonso, escondía entre sus páginas.
Sinopsis
Un aspirante a genio criminal y su protegido intentan atracar una botica a punta de espada y ballesta. Sin embargo, la dueña del local -que es una veterana de guerra durazan- lo impide, alerta al vecindario y pone a la ciudad patas arriba. Mientras tanto, secuestrradores y rehenes empiezan a darse cuenta de que tienen más en común de lo que pensaban.
Mi opinión
Como indica la propia contraportada, Grumo y mosquito es un retelling de la obra de teatro «La estanquera de Vallecas«, una novela corta ambientada en un marco épicodelirante y chorrofantástico a medio camino entre la épica oscura y la colorida parodia de las novelas de fantasía.
Después de leer esto me quedé prácticamente igual que estaba, pues mis recuerdos de la obra se ciñen a una película que vi hace años y las definiciones épicodelirante y chorrofantástico no me aclararon el contenido, sino al contrario, me descolocaron por completo.
Tanto el título como la cubierta me hicieron pensar que la novela se ambientaba en una cocina, con las peripecias de un mosquito que caía en la comida, pero nada más lejos de la realidad, pues la acción transcurre en una botica regentada por la vieja Boticaria, la señora Remedios Hojalatensson, su nieta de adopción Rotigilda, los atracadores Grumo y Mosquito y el agente Piparrino, a las órdenes del conde Roderic van Geldof.
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