Cuando vi el libro El club Bilderberg en una estantería, lo primero que pensé fue en mi suegra. Simplemente porque le encanta leer sobre la reina emérita Sofía y había leído que había asistido a una de las reuniones del club. Es por ello que compré el libro. Cuando le pregunté a mi suegra qué le había parecido, ella se limitó a arrugar el ceño con un gesto ambiguo. ¿Le gustó este libro? Pues es una cuestión que ni siquiera tengo yo claro después de su lectura.
Durante los últimos cincuenta años, un selecto grupo de políticos, empresarios, banqueros y poderosos en general se ha reunido secretamente para tomar las grandes decisiones que mueven el mundo.
Daniel Estulin ha sido la única persona que ha logrado romper el muro de silencio que rodea las reuniones del club más exclusivo y peligroso de la historia del planeta y resuelve:
Por qué un centenar de las personas más apoderosas del mundo se reúnen en secreto cada año durante cuatro días.
Por qué los medios no informan de ello.
Qué vínculos existen entre el Club Bilderberg y los servicios secretos occidentales.
Cuál es el plan del Club Bilderberg para el futuro de la humanidad.
Mi opinión
Hay libros que pospones hasta que llega su momento de lectura y este ha sido el caso de El Club Bilderberg, del investigador, analista ruso de contraespionaje, escritor y experto en conspiraciones Daniel Estulin. He conservado el libro durante más de un año sin decidirme a leerlo hasta este periodo de confinamiento. El momento no podía ser más idóneo y mi moral ha sufrido grandes altibajos con su lectura.
En el inicio, ese estilo novelesco a la hora de redactar su experiencia con miembros del Club, me ha gustado mucho, tal es así que si hubiera proseguido con ese estilo hubiera atrapado más la atención, aunque suavizaría la exposición sobre las intenciones de este grupo.
El libro es un estudio de esta organización «secreta» internacional integrada por líderes políticos, financieros y corporaciones internacionales, nacida en Holanda, en el Hotel Bilderberg en 1954. El autor aporta datos de encuentros, junto con algunos diarios de sesiones que se puede encontrar en la bibliografía del apéndice del libro.
La idea de que grandes corporaciones y líderes mundiales manejan los hilos del mundo no es novedosa, pero sí lo es la información (al menos para mí, dado mi escaso conocimiento sobre la materia) que aporta de estos personajes a los que acusa de provocar guerras, derrocar regímenes o aupar a presidentes (Bill Clinton, Tony Blair) a los que manejan en su propio beneficio. Y, así, aúna en cuatro bloques en los que muestra la intención de este grupo de crear un Orden Mundial con un Gobierno único, una Iglesia Universal, una Corte Internacional de Justicia que administrará un solo sistema legal y una ONU más poderosa.
Ya sabemos que lo que pretende este Club es el control de la humanidad, pero ¿cómo? ¿Es posible?
Es aquí donde he encontrado algunas similitudes con la realidad alarmantes, máxime para un libro escrito hace quince años, y me he dedicado a subrayar como cuando iba al colegio. Y eso que las ideas no son nuevas.
«Skinner, colaborador del instituto Tavistock, organismo colaborador del club Bilderberg, considera incompetente a la población en general para educar a sus hijos y propone como sociedad ideal aquella en la que los hijos son separados de la familia tras el nacimiento y educados por el Estado...» Una idea muy comunista que me ha recordado a las declaraciones recientes de la ministra Celaá: «los hijos son del Estado«.
Uno de los métodos y punto clave, a mi parecer, supone disminuir la calidad de la enseñanza, el control de la educación con el propósito de destruirla y «aborregar» a la gente. Está claro que cuanto más se desconozca la historia más posibilidades tenemos de cometer los mismos errores («La historia sólo se repite para aquellos que desconocen los hechos»). Por supuesto, es indispensable dirigir al ser humano para que sea manipulable a través de los medios de comunicación y tergiversar la verdad. Aquí explica cómo el club Bilderberg controla los medios.
«Nuestro trabajo es dar a la gente no lo que ellos quieren, sino lo que nosotros deciddimos que deben tener», Richard Salant, ex presidente CBS.
«Las ciudades se pudren entre el crimen, la prostitución y las drogas. Las tasas de suicidio son más altas que nunca. La conducta degenerada se presenta como arte New Age.» Aquí me he acordado de «Mear la obra de arte que representa a España en la 58ª bienal de Venecia.
Del tema de educación y la desinformación se podría hablar largo y tendido sobre lo que ha sucedido en los últimos meses en nuestro país con el estado de alarma y la escasa, por no decir nula, objetividad de los medios de comunicación, pero no es el caso que nos ocupa, así que pasaré al siguiente punto.
Control de la política. Este punto está directamente relacionado con el anterior.
«Con todos su dinero, los Rockefeller han conseguido el control de los medios de comunicación. La opinión pública ya no es un problema para ellos. Con el control de la opinión pública, a su vez, han conseguido las riendas de la política. Controlando la política, tienen a sus pies a la nación entera».
Pero además, la manipulación y el control exige reducir la población y generar crisis: «la muerte de «estómagos inservibles» por medio de las guerras, el hambre y las enfermedades, crisis artificiales para mantener a la gente en un perpetuo estado de desequilibrio físico, mental y emocional«. Confundir y desmoralizar para generar apatía y controlar la humanidad, erradicando la clase media.
«Creación de un estado de bienestar socialista donde se recompensará a los esclavos obedientes y se exterminará a los inconformistas«. Para ello, «… han estado pintando a las voces críticas de extremistas de extrema derecha y fanáticos…», las oposiciones psicopolíticas como propaganda para manipular…»
«El Gobierno Mundial Único, sin embargo, no actuará directamente contra los inconformistas, sino que le lavarán el cerebro a la población para que ellos mismos nos cacen y nos entreguen…»
Esto me ha recordado a situaciones vividas durante el estado de alarma en la pandemia y actuaciones insolidarias.
Aquí la idea de la crisis se refuerza no sólo con la pandemia, sino con los acontecimientos de estos tiempos, que achacan a Soros y el autor explica: «Uno de los principales objetivos del Instituto de Estudios Políticos era extender los «ideales» del socialismo nihilista de izquierdas como movimiento base a fin de engendrar conflictos, crear caos y malestar. Con la creación de una amenaza externa, real o inventada, que ponga en peligro la existencia de todos, la gente suplicaría una intervención de los líderes mundiales y estarían más que dispuestos a ceder derechos individuales para que un Gobierno Mundial garantice ese bienestar. Se lograría a través de un progresivo desarrollo de instituciones internacionales bajo el mandato de la ONU y mediante la creación de una fuerza de paz de las Naciones Unidas que asegure la paz. Obviamente, «para garantizar la paz es necesario el prerrequisito de la guerra».
Otro de los puntos a recalcar es la destrucción del dinero en efectivo «El dinero en efectivo nos garantiza intimidad y anonimato o, lo que es lo mismo, libertad. También nos garantiza independencia«. Ayer mismo, sin ir más lejos, salió la noticia. En este apartado también incluye las tarjetas de fidelidad de los establecimientos, el billete de transporte personalizado, el carnet de autentificación biométrica, el brazalete contra maltratadores como medios de una infraestructura de vigilancia nacional y mundial.
Desde aquí da un paso más e indica que poco a poco se generará un flujo constante de noticias sobre crímenes a niños e inocentes, para que busquemos la implantación de chips personales. Estaremos controlados a petición propia
«El refuerzo positivo es la única manera de provocar en las personas a quienes se les aplica el comportamiento deseado sin resentimiento ni rebeldía y de manera estable»
y también habla de conectar un chip al sistema nervioso, llevándonos a un paso de convertirnos en cyborgs. ¿Os acordáis de la aparición en MasterChef?
En este sentido, me he acordado también de la polémica con la vacunación y Bill Gates al indicar: «El objetivo principal del Foro Económico Mundial es la vacunación de cada borrego humano que puebla el planeta«. He aquí una información que me divide. Frente a la necesidad de las vacunas tradicionales con estas nuevas enfermedades de laboratorio cuyo expansión es más que sospechosa, al igual que lo son los supuestos salvadores.
La lectura de este libro, por un lado, me ha generado un sentimiento tan desolador que, unido a la situación de la política española (y mundial) actual, he tenido que postergar la lectura en varias ocasiones. Puede parecer ridículo, pero el asombroso parecido con la realidad, contado por alguien hace quince años me ha parecido más que anecdótico, aterrador, deprimente y descorazonador y me ha hecho preguntarme: ¿Estamos en este punto?
«Estamos al borde de una transformación global. Lo único que necesitamos es una gran crisis internacional adecuada y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial».
Por otro lado, me ha generado dudas sobre la continuidad de dicha organización en el tiempo, con las rotaciones lógicas que se pueden suceder con sus miembros y sus pretensiones a tan largo plazo. Además, el hecho de que las ideas se hallen un poco descolocadas me han hecho pensar que el autor se ha enfrascado demasiado tiempo en ese mundo y es posible que esté un poco paranoico o es que por el contrario…
«La mayoría cree que tiene demasiados problemas personales para molestarse con teorías conspirativas…»
«Los borregos de rebaño, es decir la mayoría, esas obedientes personas que trabajan duramente y que no se han parado a reflexionar si lo que se dice es verdad o un engaño magistral orquestado por el Nuevo Orden Mundial, les seguirán el juego y les echarán una mano..
Como veréis aún no tengo un concepto del todo claro de este tema que me parece tan confuso, como se suele decir:
«Nunca encontraremos las respuestas adecuadas si no somos capaces de formular las preguntas apropiadas».
Pero, para ello, añadiría que necesitaríamos toda la información disponible sobre la mesa.
«Tiene que haber un movimiento, en la sociedad y en la política, basado en la cooperación entre partidos progresistas, organizaciones de la sociedad civil e intelectuales. Se trata de un proyecto a largo plazo. La globalización es una amenaza histórica. Pretende destruir el legado del patriotismo y de la propia modernidad (…).
En una sociedad cada vez más dividida, hay elementos que pueden destacar lo que compartimos, lo que tenemos en común, y hacerlo directamente, con gran intensidad. La dignidad humana y la diversidad cultural, que se entienden al momento en todas las partes y no necesitan traducción, son algunos de los aspectos más valiosos de la tradición universal (…) Se merecen luchar y morir por esta libertad»
Libro: El club Bilderberg
Autor: Daniel Estulin
Categoría: Best-seller/Narrativa
Recomendación: Para todos los amantes de teorías conspiratorias.