En la era de las nuevas tecnologías vivimos ávidos de noticias, de modo que cualquier primicia queda obsoleta en cuestión de horas y enseguida se pasa a la siguiente.
Sin embargo, no creo que podamos olvidar ni por un momento a las niñas nigerianas, secuestradas en su escuela por el desalmado de Boko Haram, que día a día siembra el terror en el norte de Nigeria.



