En la búsqueda de una novela romántica me topé por casualidad con la escritora Laurie Frankel y su primera novela publicada en nuestro país Tú, hoy y siempre (Goodbye for now, en su versión original).
El protagonista es Sam Elling, un talentoso programador informático que desarrolla un algoritmo para encontrar tu media naranja por Internet y decide probarlo consigo mismo, y así es como conoce a Meredith Maxwell, que, casualmente, es una compañera suya de trabajo, del departamento de marketing. El flechazo es instantáneo.
Pero, el programa de citas resulta tan exitoso que no es rentable, por lo que el jefe de Sam decide despedirlo.
«Es un genio, nunca piensa que las cosas no puedan hacerse, piensa que no se han hecho aún»
La historia de amor de los protagonistas se ve distorsionada por el fallecimiento de la entrañable abuela Livvie. El dolor y el desconsuelo de Meredith empuja a Sam a desarrollar otro algoritmo, esta vez con el fin de suavizar su pérdida y que el duelo sea más llevadero. El programa informático se basa en la recopilación correspondencia virtual e interacción a través del chat que tuviera el difunto, su correo electrónico, mensajes de texto del teléfono móvil y videoconferencias a través de la red. El resultado es satisfactorio por lo que deciden sacarlo al mercado bajo el nombre de RePosar, que en un principio apodan DeadMail.
A partir de ese momento, comienzan a plantearse varias preguntas que la autora traslada al lector con diferentes y variopintos supuestos.
¿No has pensado nunca cómo sería el futuro sin ese ser querido? ¿Serías capaz de mantener el contacto con su alter ego virtual?



