En la búsqueda de una novela romántica me topé por casualidad con la escritora Laurie Frankel y su primera novela publicada en nuestro país Tú, hoy y siempre (Goodbye for now, en su versión original).
El protagonista es Sam Elling, un talentoso programador informático que desarrolla un algoritmo para encontrar tu media naranja por Internet y decide probarlo consigo mismo, y así es como conoce a Meredith Maxwell, que, casualmente, es una compañera suya de trabajo, del departamento de marketing. El flechazo es instantáneo.
Pero, el programa de citas resulta tan exitoso que no es rentable, por lo que el jefe de Sam decide despedirlo.
«Es un genio, nunca piensa que las cosas no puedan hacerse, piensa que no se han hecho aún»
La historia de amor de los protagonistas se ve distorsionada por el fallecimiento de la entrañable abuela Livvie. El dolor y el desconsuelo de Meredith empuja a Sam a desarrollar otro algoritmo, esta vez con el fin de suavizar su pérdida y que el duelo sea más llevadero. El programa informático se basa en la recopilación correspondencia virtual e interacción a través del chat que tuviera el difunto, su correo electrónico, mensajes de texto del teléfono móvil y videoconferencias a través de la red. El resultado es satisfactorio por lo que deciden sacarlo al mercado bajo el nombre de RePosar, que en un principio apodan DeadMail.
A partir de ese momento, comienzan a plantearse varias preguntas que la autora traslada al lector con diferentes y variopintos supuestos.
¿No has pensado nunca cómo sería el futuro sin ese ser querido? ¿Serías capaz de mantener el contacto con su alter ego virtual?
Tú, hoy y siempre es, ante todo, una novela romántica y emotiva, que profundiza en los sentimientos y en las emociones y la forma de afrontar el duelo. Está estructurada en tres partes y narrada en tercera persona.
Por un lado la novela me ha gustado por su originalidad y su ingenio en el uso que hace de las nuevas tecnologías. Incita a meditar, dejando preguntas en el aire para que sea el propio lector quien, si quiere, piense si contactar con su difunto ser querido sería emotivo, espeluznante, sería regodearse en la pena, e incluso abusar de los límites de la tecnología, o en cambio sería preferible dejarlo estar y sobrellevar la pena a la manera tradicional, continuando adelante con la vida.
«Cuando las cosas son tristes y terribles, llorar es una respuesta adecuada»
Además, la novela es de fácil y rápida lectura, con unos personajes bien caracterizados.
Sin embargo, por otro lado, la unión de los personajes principales me ha parecido bastante precipitada. El giro en los acontecimientos era bastante predecible. A lo largo del libro me he encontrado con frases de algunas conversaciones que chirrían, sin llegar a encajar del todo. Y, al mismo tiempo, se regodea en la trama, sin tomarse un tiempo a recrearse en escenas concretas. Hecho que intenta suplir hacia el final, en la última parte, con la introducción de personajes secundarios que no llegan a causar el efecto deseado.
Para finalizar os dejo la cita que más me ha gustado de la novela y que se podría resumir con dos palabras: Carpe diem.
«Porque piensas que tienes por delante todo el tiempo del mundo. Crees que siempre habrá un más tarde. Y a veces descubres, de forma súbita, espantosa, que no es así».
Novela: Tú, hoy y siempre ¿El amor puede ser para toda la vida?
Autora: Laurie Frankel
Categoría: Novela Romántica
Recomendación: Para lectores dispuestos a afrontar la lectura de una novela emotiva y romántica. Los más sensibles deberían de comenzar con un paquete de pañuelos cercano.