Las vacaciones siempre saben a poco. Máxime cuando plantamos el pie de nuevo en casa. Pero, ¿cómo son nuestras vacaciones? ¿Acaso son tal y como nos las esperábamos? No creo que ni se parezcan.
¿Cuántas veces estando en el trabajo has soñado con notar el suave tacto de una fina y blanca arena de la playa bajo tus pies? Muchas, ¿no? Salvo que seas socorrista o trabajes en un chiringuito a pie de playa.