Mi primer contacto con la escritura de la periodista Sonsoles Ónega viene de la mano de Mil besos prohibidos.
Argumento
A veces las casualidades se hacen cómplices de los deseos. Costanza y Mauro llevaban media vida esperándose hasta que un encuentro imprevisto en la Gran Vía de Madrid volvió a unir sus destinos.
Costanza, recién separada de su marido, abogada en un prestigioso despacho, tenía entre manos la defensa de un importante banquero, una circunstancia que le absorbía todas las horas del día. Mauro, el padre Mauro, acababa de volver de Roma para acometer un trabajo encargado por el arzobispado de Madrid.
Pese a sus circunstancias y con todos los vientos en contra, resucita la historia de amor que Costanza y Mauro vivieron veinte años atrás. Ahora deberán decidir entre dejarse llevar por sus sentimientos o resignarse ante sus contradicciones.
Mi opinión
Mil besos prohibidos es una novela romántica, emotiva, llena de anhelo, dolor, amor y esperanza entre los protagonistas, Constanza y Mauro, quienes fueron novios en su juventud.
«El amor de joven es un tatuaje en el corazón. Nunca se olvida. Nadie puede borrarlo. Ni siquiera el tiempo, que es la cura de la nostalgia».
Ahora ambos son personas adultas que han tomado su camino completamente alejado uno del otro. Ella es abogada, anteriormente fue fiscal, y se encuentra preparando la defensa del juicio más importante del año. Está separada del padre de su única hija, muerta en un accidente doméstico, pero su corazón siempre correspondió a Mauro. Él se encomendó a Dios, pero un encuentro casual entre ambos es suficiente para hacer tambalear sus sentimientos.
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