Probablemente fueran los flamencos que vi en el zoo la semana pasada, o quizá la recién estrenada versión cinematográfica de No culpes al Karma lo que me ha atraído hasta la segunda novela de Laura Norton: Gente que viene y Bah.
El argumento se centra en una joven arquitecta, Beatriz Vélez, que trabaja junto a su prometido Víctor Segura en el estudio Joaquín Torres. Entre los dos hacen un tándem perfecto. Pero, la aparición en escena de la presentadora del telediario Rebeca Ramos, una de las cinco elegidas por Víctor en su lista de permitidos, propicia el desorden y el caos en la vida de Bea, que huye a refugiarse a casa de sus padres en San Esteban (Cantabria). Pero, lejos de conseguir alejarse de los problemas, se sumergirá en las situaciones más dispares, algunas provocadas por ella misma.