Recién finalizada la lectura de La Cuarta Alianza, de Gonzalo Giner, me encuentro con sentimientos encontrados acerca de la obra.
Tras un prometedor entrante en el que se narra la traición de Pierre de Subignac a sus hermanos cátaros, a cambio de conservar un medallón familiar, el autor trata de adentrar al lector de manera lenta y en ocasiones, bastante densa, sobre Las Cuatro Alianzas a través de pinceladas de la símbología de la cábala, personajes bíblicos (Abraham, Moisés, Jeremías), y los manidos templarios.