Atraída por la portada me he dejado llevar por la lectura de El Arqueólogo, la tercera novela (y la primera en mi haber) del periodista y escritor Martí Gironell.
Montserrat, 1910. El monje Bonaventura Ubach emprende un viaje a Tierra Santa y Mesopotamia en busca de piezas para el futuro museo bíblico del monasterio de Montserrat. Con la intención de ilustrar una edición catalana de la Biblia, también sigue este itinerario para contrastar las Sagradas Escrituras con sus escenarios reales.
El viaje se convertirá en una odisea llena de tropiezos y peligros. El padre Ubach deberá enfrentarse a tormentas del desierto, plagas bíblicas, bandidos sanguinarios, sectas satánicas, jeques crueles, ejércitos corruptos, saqueadores de tumbas y otros personajes siniestros que harán lo imposible para impedir que el arqueólogo consiga su sueño.
Mi opinión
En El arqueólogo trata la aventura a Tierra Santa de un personaje histórico real, el padre Bonaventura Ubach (1879-1960), artífice de la llamada Biblia de Montserrat y el Museo del Oriente Bíblico del mismo monasterio, fundado en 1911. Según explica el propio autor en una entrevista, sintió curiosidad al ver la fotografía de este monje e intrigado por quien fuera capaz de traer una momia desde Egipto, ahondó en la historia de este personaje.