Esta semana me sumerjo en una novela de Juan Gómez-Jurado, la segunda en su carrera, Contrato con Dios (2007), que se me ha resistido por encontrar el título tan similar a su anterior libro, Espía de Dios.
El padre Anthony Fowler, espía del servicio secreto del Vaticano, cumple el encargo de encontrar a un antiguo criminal nazi que ha permanecido oculto durante décadas. Debe recuperar un objeto que años atrás había pertenecido a una familia judía víctima del Holocausto. El hallazgo, no obstante, será el desencadenante de una aventura que le llevará hasta el desierto de Jordania. Junto con un grupo de seleccionados (entre los que se encuentra Andrea Otero, periodista española y vieja conocida del padre) Fowler formará parte de la expedición Moisés, promovida por un misterioso millonario estadounidense. Su cometido no será otro que encontrar el Arca de la Alianza: una misión excitante en la que tendrán que lidiar con las inclemencias naturales del desierto, con los impedimentos gubernamentales y, sobre todo, con el traidor que se encuentra entre ellos.
Mi opinión
Contrato con Dios está narrado como el típico best-seller, capítulos cortos, pocas descripciones, lleno de intriga y acción. En especial los últimos capítulos que se leen de un tirón, permitiendo una lectura ligera y adictiva.