Esta semana me he decantado por una novela de misterio con un título acorde a la Dama del Crimen, Muerte en Santa Rita, de la escritora Elia Barceló. La verdad, me he llevado un poco de chasco.
Sinopsis
Estamos en Santa Rita, un antiguo balneario, que luego fue sanatorio y ahora es la casa de una escritora anciana, Sofía, (que escribe novelas de misterio con un pseudónimo y novela rosa con otro), donde viven unas cuarenta personas de todas las edades apoyándose unos a otros y trabajando juntos, en un concepto de «comunidad cordial» transgeneracional.
La protagonista, Greta, sobrina y traductora de Sofía, llega para quedarse una temporada y, a través de ella, vamos conociendo a los personajes de la historia: Candy, secretaria y mano derecha de Sofía; Robles, comisario de policía retirado; Nel y su grupo, estudiantes universitarios; Miguel, profesor de matemáticas ciego; Reme, madre de una mujer maltratada…
La llegada de un viejo conocido de Sofía con planes propios para el futuro de la comunidad creará los primeros problemas. Pocos días después de haber vuelto, el hombre aparece muerto en la alberca de riego. ¿Accidente o asesinato? De hecho, casi todos los habitantes de Santa Rita han tenido ocasión y no les habrían faltado ganas de hacer desaparecer a Moncho Riquelme.
Greta y Robles se involucrarán en la investigación y, sin pretenderlo, irán desvelando más secretos y descubriendo más misterios de lo que pensaban.
«¿Y si de verdad había sido asesinato? ¿Quién, en Santa Rita, sería capaz de matar? Y ¿por qué? ¿A quién podía beneficiar la muerte de aquel payaso? A todos, claro, ese era el problema: que, exceptuando a Sofía, desde el punto de vista de los habitantes de Santa Rita, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, como mejor estaba Moncho era justo como estaba ahora: muerto.»
Mi opinión
Muerte en Santa Rita es una novela de misterio diluido con cuentagotas. ¿Cómo es esto? Tiene un comienzo lento, quizá en exceso para el ritmo imperante en nuestra sociedad en el que cada vez más se exige la inmediatez del suspense. A lo que hay que añadir el escaso tiempo de lectura y la exigencia del lector, que pide un tipo de novela. Por suerte para la autora, hay a quienes nos gusta leer hasta los ingredientes de cualquier producto (cosa que recomiendo). Sin embargo, no creo que sea un libro que pueda llegar al público general, a menos que sea en la gran pantalla, pues auguro que lo dejarán antes de llegar a la muerte, que se produce hacia la mitad del libro, aproximadamente.
A partir de este momento comienza a generar un poco de interés, ampliando la perspectiva con distintos personajes y mostrando una amplitud de miras necesaria para la trama. Esta obra ganaría en la gran pantalla, pues necesita un poco de acción, que en papel queda un poco escaso, a pesar de que pone los medios para que generar la intriga necesaria. Si bien, he de decir que la primera persona sobre la que sospeché fue casualmente la definitiva. No es por echarme flores, sino todo lo contrario, dejar en evidencia las pautas que ha dado para desenmascarar al culpable. Lo cierto es que llegué hasta el final para entender cómo lo había realizado.
El lugar que ha creado, La Casa las Locas, en Santa Rita, me parece mágico: una casona en plena naturaleza en la que viven distintas generaciones de personas, desde estudiantes de Medicina hasta jubilados, y en la que todos arriman el hombro de una u otra forma. Como idea me encanta y, según la nota de la autora, existe. Al principio esta confluencia de personajes en una casona, me recordó a Un misterio en Italia, con un estilo más pausado y evocador. Si bien, no tienen nada que ver, ya que, la narración ha progresado hasta dar un giro brusco hacia la mitad de la obra y hacer un guiño a la mismísima Ágatha Christie. Por lo que considero que, si en esa primera parte da alguna pincelada de misterio a otros personajes con los secretos ocultos, además de modificar esos tiempos, y lo aligera, podría ganar mucho más la trama.
Los personajes son múltiples y en algún momento me he perdido. Los principales son Sofía (escritora, propietaria de la mansión y alcahueta de su sobrina Greta Khan, que se ha separado de su marido después de más de treinta años. El excomisario jubilado Robles, Candy (Candice) su asistente personal desde hace cuarenta años, Miguel y Mercedes (matrimonio jubilado, él es ciego y trabajó de profesor de matemáticas en la universidad), Reme y Rebeca (madre e hija) estafadas por el yerno y marido, respectivamente, maltratador. Nel, estudiante de medicina, que trabaja de chófer, Elisa, amiga que le gusta, pero mantiene una relación con Nines, la camello de Santa Rita. Lola Galindo, la inspectora que lleva el caso. Nani (Encarna), una antigua amiga de Greta del pasado. Por último, Moncho, José Antonio Riquelme, el ser maleducado y despreciable al que nadie tiene aprecio y, por supuesto, caerá en desgracia. Nunca mejor dicho.
La novela es lenta, pero entretenida y el personaje de Sofía es sumamente interesante, al haber tenido una vida plena, activa y fuera de lo común, aunque se menciona con pinceladas, especialmente hacia el final de la obra.
«Siempre te he dicho que los hombres son muy entretenidos para un rato, para un rato… no más, y que, habiendo carne por kilos, es absurdo comprar la res»
«Siempre es igual. Hombres que quieren quedarse con lo que es de una mujer»
Por el contrario, la protagonista parece tener una vida más insulsa, es un personaje más plano, que parece desconocer por completo a su tía, mucho más allá de lo que nos intenta hacer creer la autora.
Ahora, me pongo en mi modo tiquismiquis. Me duele tener que decir esto, pero hay algunas cosas que me han chirriado, máxime al provenir de una editorial.
En primer lugar, el uso del nombre de la anfitriona de la casa, Sofía, su pseudónimo Sophia Walker para las novelas de crímenes. En algunas ocasiones la llaman Sophia, otras Sofía e incluso Sophie. Sí, es el mismo nombre en inglés, español y francés, vale. Una misma persona puede llamar a otra hasta por diminutivos, sí. Cambiar en una misma página de uno a otro, psé. Escribir los tres en una misma página… Eso no sólo es innecesario, es una forma de confundir al lector.
En segundo lugar, alterar los tiempos es algo que un lector no perdona. Y en la novela me ha parecido distinguir dos muy claros, que he tenido que pasar páginas para ver si he leído mal. Uno de ellos le incumbe a la protagonista que queda en ir a ver a su tía después de cenar y hace un comentario ratificando que tiene esa cita. Sin embargo, no lo hace, ni se establece ninguna excusa por no hacerlo. Es más que chocante. El otro, me parece raro que a un excomisario, después del lío que se ha montado en santa Rita, le entreguen una carta y le digan que en cuanto la lea, le gustaría hablar con él. Éste acepta y se va a su cuarto (escrito tal cual) y ojo, aquí lo más extraño: No la lee. Ha quedado para jugar al ajedrez y no la lee, pero se va a su habitación. Un excomisario. Vamos a ver, la intriga corroe a cualquiera. Si te pilla de camino a algún sitio, sin ser importante, vaya. Pero un policía retirado que investiga por defecto, se va a su dormitorio y no la lee. No lo creo, este punto chirría en exceso. Que es una carta, no El Quijote.
«A veces una no hace lo que quiere, sino lo único que puede hacer»
Desde aquí pido perdón públicamente a Elia Barceló por esta crítica, pero es que me han descolocado la mandíbula. La novela tiene potencial. Como comentaba anteriormente, más en la pantalla que, no sólo es más fácil asociar a los personajes, sino que también se ve la sucesión de hechos más rápida.
«Eso era la vida: encontrarse con problemas, hacerles frente, solucionarlos, continuar una carrera de obstáculos en pista circular hasta que caías fulminado allí mismo y salían a recoger tu cadáver, para que no interrumpiese la carrera de los demás»
Para finalizar, me gustaría dejar una cita a modo de reflexión:
«Ahora la gente le da muchas vueltas a todo. Hemos hecho una sociedad volcada en el culto al individuo, a la egolatría total: ¿quién soy? ¿qué deseo?, ¿adónde voy?, ¿qué me sienta bien?, ¿qué necesito? Nadie se pregunta qué desea y necesita el de enfrente, cómo puedo yo ayudar a que los demás estén mejor, a que el mundo esté mejor…»
Novela: Muerte en Santa Rita
Autora: Elia Barceló
Categoría: Narrativa/ Intriga/ Misterio
Recomendación: Lectura sin pretensiones.