Hace algunos meses comencé el libro de Ángela Becerra, Algún día, hoy, premio de Novela Fernando Lara 2019. Era la primera obra que leía de esta autora, pero al ser ganadora de un premio literario aumentaron mis expectativas. No obstante, tuve que abandonar, porque se me hizo bola. Ahora, tras terminar su lectura, os puedo decir que mis impresiones están encontradas.
Argumento
En una noche de tormenta y barro nace una niña bastarda a la que, creyéndola muerta, bautizan con el nombre de Betsabé. Nadie sabe que en su interior lleva la fuerza de la feminidad, así como la magia y la rebeldía que la harán superar todos los obstáculos. Creará un vínculo indisoluble con su hermana de leche, Capitolina, una pobre niña rica, y ninguno quedará indiferente a su mirada de fuego. Ni siquiera Emmanuel, el revolucionario francés salido del Montparnasse más artístico que, al conocerla, caerá enfermo de amor.
Mi opinión
Curiosamente, he finalizado la obra a pocos días del Día de la mujer trabajadora, y es precisamente este tema el cimiento de Algún día, hoy, aunque muy diluido.
La obra narra la vida de Betsabé Espinal, personaje real, que desconocía hasta la fecha, y que con veintitrés años se convirtió en una heroína, la sindicalista que lideró una de las primeras huelgas femeninas en Colombia. Un personaje histórico relevante, una feminista real, que de verdad luchó por los derechos de la mujer, no como las de hoy en día que crean ministerios mal llamados de Igualdad.
«Y es que a algunos el poder, cuando se tiene, hace olvidar sus orígenes»
Dejando de lado la argumentación política, me ceñiré a la novela, que hace lo propio para ensalzar la hazaña de esta mujer, relatando su vida desde su más tierna infancia como hija de madre soltera y la dota de un poder fantástico obtenido directamente de la naturaleza.
Los personajes más destacados son Betsabé Espinal, su madre Celsa Julia Espinal, la hermana de leche Capitolina Mejía Echavarría, los padres: Conrado y Céfora, el socio y amigo parisino del padre Claude Le Bleu, su mujer Clotilde y su hijo Emmanuel.
Como os decía anteriormente, se me hizo bola, pues la lectura es densa, tarda en entrar en faena. En esa primera parte se dedica a hablar de la protagonista como un cuento de hadas, dotándola de un poder extraordinario con las fuerzas de la naturaleza, como si tuviera un poder que le hiciera relacionarse de una manera especial con la flora y la fauna. Un toque mágico para dotar a este personaje histórico no es que me parezca necesario. Suficiente proeza fue liderar un movimiento obrero a principios del siglo XX, la figura de Betsabé Espinal no necesita más. A mi modo de ver, desluce su hazaña y supone una merma de sus capacidades humanas como son su valentía, su fortaleza y su tesón. Hubiera sido mejor mostrar la crudeza de los más desfavorecidos en aquella época y cómo consiguieron luchar por sus derechos, sin necesidad de endulzarlo con dotes mágicas, ni un romance que eclipsa la denuncia social.
«Una mujer es nada frente a los hombres o, lo que es peor, frente a las propias mujeres que asumen su papel de sumisas abnegadas para no perder un estado de falso y frágil bienestar»
No sé si aventurarme a decir que, casi tres cuartas partes de la novela, trata del amor, o desamor, pues es un perpetuo deshojar la margarita («me quiere, no me quiere…»), que ralentiza la lectura en exceso.
«…te amo con todas mis fuerzas, mis debilidades, mis aciertos y mis equivocaciones».
Lo más importante del libro es sin duda la protagonista y, por ello, nada más finalizar la obra he buscado información sobre ella más allá de las explicaciones de la autora en la nota final en la que nos relata los tres hechos históricos que encontró acerca de esta mujer. El primero de ellos, que era hija de madre soltera; el segundo, que lideró una huelga de trabajadoras en una fábrica textil situada a las afueras de Medellín; y en tercer y último lugar, su muerte. A partir de ahí ha tejido este libro que no es más que una novela romántica, un drama con una protagonista de tintes fantásticos y la participación en la huelga ha quedado difusa, incluso rara. No me atrevo a decir que un copy paste, pero casi.
En definitiva, entiendo que la idea original del libro era ensalzar la figura de Betsabé Espinal. Sin embargo, ha quedado diluida bajo las pinceladas románticas y fantásticas con que la ha dotado en el libro.
Para finalizar, y aunque no lo haya mencionado antes, la novela está plagada de frases para el recuerdo, pero he escogido las que más me han llamado la atención. En especial, en los tiempos que corren.
«Hemos llegado al punto de casi no pensar, en ningún campo, si no es para tomar posturas «a favor» o «en contra». Después buscamos argumentos bien a favor, bien en contra, según el caso».
«No quiero dejarme domesticar por normas erradas»
«Esto de mandar es cuestión de imponer el temor (…) El miedo es un camino que incita a la obediencia»
Novela: Algún día, hoy
Autora: Ángela Becerra
Categoría: Narrativa /Ficción Histórica
Recomendación: Lectura sin pretensiones.