Intrigada por el argumento de El ministerio de la verdad, que sonaba algo así como la serie de televisión del Ministerio del Tiempo, me he sumergido en la lectura de esta interesante novela de Carlos Augusto Casas.
Argumento
España 2030
En una sociedad vacía y marcada por las diferencias de clase, casi todos aceptan sin oposición la pérdida de libertades y las prohibiciones. Nadie se hace preguntas. Tras la Gran Pandemia, ya son muy pocos quienes se atreven a recordar que un mundo mejor fue posible.
¿Te atreves a pensar por ti mismo?
Julia Romero es una joven periodista que se niega a aceptar la versión oficial de que su padre, un reportero que abandonó repentinamente el oficio años atrás, se ha suicidado. Cuando Julia descubre que todo rastro de los artículos de su padre ha desaparecido, su investigación la conducirá hacia el todopoderoso Ministerio de la Verdad, el organismo responsable de controlar y manipular la información que llega a los ciudadanos. ¿Qué había descubierto su padre? ¿Quién lo ha asesinado?
La verdad nunca fue tan peligrosa
Mientras, una red clandestina de resistencia vigila a Julia desde la distancia. Son ellos quienes a menudo dejan viejos ejemplares de 1984, la gran novela de George Orwell, en los buzones de quienes están en peligro. Es la señal de que los sicarios del Ministerio están muy cerca.
Mi opinión
La lectura de El ministerio de la verdad está narrada como si se visualizara la adaptación cinematográfica en todo momento. No me ha parecido que sea una trama original ni novedosa, de hecho, el título se basa en la institución ficticia de la novela de George Orwell, 1984, a la que alude durante gran parte de la obra. Además, es de una actualidad aterradora, tanto que asusta por la gran similitud que tiene en los tiempos que vivimos, donde el concepto de libertad se distorsiona, pensar es algo inaudito y en desuso.
«La verdad es peligrosa. La verdad puede costarte la vida».
Retrata una sociedad superficial («La ignorancia es uno de los componentes de la felicidad»), conformista, que no se implica ni quiere complicaciones («A los estudiantes de ahora la política y el movimiento sindical les dan exactamente igual. Son una generación. Son una generación que ha desertado de la lucha por sus derechos. Y si no luchamos por ellos, alguien vendrá para quitárnoslos«), fácil de acallar con una paguita («parados se hacinaban en los márgenes de las ciudades subsistiendo con las ayudas que les proporcionaba el Estado, algo que hacía más por garantizar la paz social que porque realmente le importaran sus problemas (…) hoy todo el mundo tiene un televisor, un móvil, un ordenador. Están demasiado entretenidos como para iniciar una revolución«) y donde se da prioridad a las apariencias, en especial en las redes sociales («…Todo el mundo publica las mismas gilipolleces en las redes (…) alardeando de la falsa felicidad«)
«¿Te has fijado en que la gente que habla es la que menos cosas tiene que decir?»
«Vivimos en un mundo donde la literatura acaba en la basura y la música pide limosna en la calle»
Sorprende que, siendo una novela de suspense, utilice tantas metáforas, en ocasiones algo pomposas que ralentizan el ritmo y te dejan dando vueltas a la idea, desviándote de la tema principal.
«… los trabajadores parecían una secta adorando aquel dolmen metálico que los proveía de café. Sus conversaciones eran inútiles y efímeras, como pompas de jabón»
En definitiva, no es una novela novedosa, pero sí inquietante y un tanto desoladora, que incita a reflexionar por la crítica a la sociedad actual, la desinformación, la manipulación mediática e incluso cómo saber mentir correctamente:
«Para ser una persona educada uno debe saber decir mentiras agradables», «las menitras cuanto más sencillas y menos elaboradas, mejor funcionan»
Para finalizar, os dejo una frase que nos viene a decir que hay trenes que sólo pasan una vez en la vida:
«Las oportunidades son como la juventud, una vez que desaparecen ya no regresan»
Novela: El ministerio de la verdad
Autor: Carlos Augusto Casas
Categoría: Bestseller / Narrativa / Thriller
Recomendación: Lectura muy recomendada para reflexionar.