Paseaba por entre las estanterías repletas de libros cuando el lomo de la Calle Berlín 109, llamó mi atención. Lo tomé entre mis manos y ojeé la portada y la contraportada. El nombre de la autora, Susana Vallejo, me resultaba conocido, sin saber decir más sobre él. Pero el argumento me cautivó por completo.
Argumento
En la calle Berlín, en pleno Eixample barcelonés, hay un edificio corriente. Allí viven un colombiano, una prosituta de lujo, un matrimonio de ancianos, una madre separada con dos hijos y un oficinista soltero. ¡Ah!, y un fantasma: la anciana malhumorada del último piso que murió hace meses, aunque nadie se ha dado cuenta, y que se dedica a vagar de un piso a otro cotilleando la vida de sus vecinos.
Nada hubiera llamado la atención si Gerard, un policía de baja indefinida, no hubiera recibido la llamada de Pep, su antiguo compañero, dos días antes de ser asesinado. En su buzón de voz quedaron grabadas estas palabras: Quiero hablarte de algo que he descubierto en la calle Berlín, en el 109″. Atraído por el deseo de vengar a su amigo y, por qué no decirlo, sin nada mejor que hacer, Gerard decide pasarse por allí.
Pero nunca hubiera imaginado que la búsqueda del asesino de Pep pudiera estar rodeada de tantos misterios, tantos como vecinos hay en el edificio, pues cada uno oculta un secreto que cambaiará la vida de los demás para siempre.
Mi opinión
Calle Berlín 109 me ha sorprendido gratamente. Aúna esos ingredientes que tanto me apasionan de una novela: misterio y fantasmas.
Sara Vallejo usa el multiperspectivismo para mostrar a unos personajes muy humanos, con responsabilidades, debilidades, frustraciones, con un día a día lleno de estrés por el trabajo, por no saber si llegará a fin de mes, por sacar adelante a unos hijos que se juntan con malas compañías, por un jefe absorbente e irascible, por un marido dependiente con Alzheimer, por un futuro inestable del trabajo más viejo del mundo e incluso por un pasado que ocultar.
Los personajes de la Calle Berlín 109 son Gustavo Adolfo (sudamericano con turbulentos negocios, que vive en el entresuelo 1ª), Gabriela (su nombre real es Laia, trabaja de prostituta y vive en el entresuelo 2ª), Encarna y sus hijos Sandra y Álex (viven en el 1º 1ª), Luisa Martí y Zósimo (ancianos que viven en el 1º 2ª), Emilio Fernández Quesada (vive en el 2º 1ª) y la muerta María Eugenia (que vivía en el 2º 2ª).
La novela es sumamente entretenida y me ha recordado a una mezcla de la serie Aquí no hay quien viva y el libro de Marian Keyes La estrella más brillante. Unos vecinos que no se conocen, tan sólo de vista, sin nombres, apenas algún saludo, y la muerte de una vecina les remueve por dentro, les hace plantearse la existencia, el presente y el futuro, pero sobre todo, les une.
Todos los personajes están muy bien definidos y son muy reales como la viejita que está acostumbrada a dar, pero no a pedir («No supo ni por qué lo había preguntado, porque ella nunca pedía nada a nadie«), el trabajador acostumbrado a que le exploten bajo amenaza de perder su trabajo (como la vida misma), o la madre que se pasa todo el día trabajando y haciendo labores («La vida es dura«).
El libro me ha durado dos tardes. La lectura es amena y emotiva al mismo tiempo al plantear las relaciones de convivencia entre vecinos y al mismo tiempo aporta una pizca de esperanza para comenzar de cero («En los peores momentos también hay que reírse«), intercalando un poco de humor, aunque sea negro («… morirme mirando la tele. Es una muerte dulce». -Depende del programa«)
Para finalizar, me gustaría dejar una frase que se repite varias veces a lo largo de la obra y que define la esencia del libro:
«Si no nos ayudamos los unos a los otros, ¿quién lo hará?»
Novela: Calle Berlín 109
Autora: Susana Vallejo
Categoría: Best seller / Narrativa
Recomendación: Aunque hay misterio, no es un libro de intriga, policíaco ni novela negra, sino más bien tierno y emotivo que nos muestra el día a día de una comunidad de vecinos, cada uno con su vida tan distinta, y tan necesarias como son las relaciones humanas.