Esta semana quería una lectura más ligera y me he decido por Noche de enigmas, del escritor Ignacio Sanz.
Argumento
Un profesor de arqueología es solicitado para dar el pregón de las fiestas de pueblo de Soria. Pero cuando llega allí al anochecer no hay nadie esperándole. Tan sólo una mujer, Donila, le saldrá al encuentro y le relatará los pormenores de quienes habitaban el pueblo.
Mi opinión
Noche de enigmas es un libro corto, recomendado a partir de trece años, que narra las peripecias de un escritor durante una noche en Cenagra, un pueblo ficticio, abandonado, de Soria en el que se encuentra con el alma errante de Donila («La vida sólo se puede revivir en los recuerdos. Y los míos flotan anegados de venganza«), quien le pondrá en antecedentes sobre la historia de sus habitantes. El profesor curioso le sigue por todo el pueblo y es que bien es sabido que «A veces las calamidades ejercen atracción sobre las personas«.
Los personajes son escasos: el protagonista, un profesor de arqueología, el alma errante de Donila, Alfonso Morales (antiguo alumno) y personajes secundarios que nombra como, Adela (la mujer del primero), Tiburcio Salterio y Germán Melinga con quienes guarda una enemistad manifiesta Donila.
El libro abarca ciento veintitrés páginas divididas en dieciséis capítulos, escrito en un lenguaje amplio y variado con palabras propias de la tierra relacionada con los animales, aperos de labranza y mundo rural en general. Este es uno de los puntos más polémicos a mi parecer. Por un lado, muchos de ellos conocidos me han recordado a mi pueblo, pero por otro lado, otros tantos no había escuchado anteriormente (ni recordaré), son términos poco conocidos hoy en día que han ido perdiendo el uso y entorpecen la comprensión de la lectura. Así encontramos palabras como amurcar, errabundo, asechanzas, alambicadas, esquinados, estadiza, cerril, telenda, rémora, valladar, farallón, cárabo, hirsuto, pobeda, arrecido, deslavazado. Utilizando dos de ellas, me atrevería a decir que ese uso de palabras alambicadas hace que la trama quede un tanto deslavazada.
Por otro lado, es bien conocido que «Lo insólito reclama mi atención«, por lo que, el personaje de Donila me ha atraído sobremanera, con esa conducta repetitiva propia de una personalidad obsesiva y rencorosa que basa en unos hechos que relata, cruentos, sangrientos y desgarradores, no aptos para todo tipo de público.
En el desenlace da un pequeño giro de tuerca a la trama a la vez que ofrece una explicación, pero sin embargo, el cierre me ha dejado un regusto amargo.
Para finalizar, me gustaría dejar una frase para recordar la raíz de muchos habitantes que han emigrado, dejando agonizando pequeños pueblos de España.
«Las carreteras cuanto más pequeñas, más nos acercan al corazón de la tierra»
Libro: Noche de enigmas
Autor: Ignacio Sanz
Categoría: Narrativa / Novela corta
Recomendación: Según la colección Ala delta está recomendada a partir de trece años, yo no me aventuro a tanto, pero sí recomiendo durante la lectura tener un diccionario cerca.