En el momento en el que leí la contraportada de Las chicas de los martes, en la que se explica que un grupo de amigas deciden peregrinar a Lourdes, mi imaginación comenzó a deambular en búsqueda de las anécdotas que se pudieran encontrar en el camino y ya no pude parar, tomé rumbo hacia este libro de la redactora y guionista Monika Peetz.
Judith, Eva, Estelle, Caroline y Kiki son amigas desde que se conocieron en un curso de francés. El primer martes de cada mes se reúnen para cenar y ponerse al día y, una vez al año, hacen un viaje juntas. Pero últimamente las cosas han cambiado. Judith no logra superar la pérdida de su marido Arne y planea el viaje de peregrinación a Lourdes que él nunca pudo concluir. Preocupadas por su amiga, las otras cuatro mujeres no dudan en acompañarla. Juntas se embarcan en una travesía que pondrá a prueba su amistad y hará que sus vidas cambien para siempre.
Mi opinión
Las cenas de los martes es una novela entretenida narrada en tercera persona, estructurada en capítulos cortos que se leen con una facilidad asombrosa, y en la que tanto la descripción de las protagonistas como sus situaciones personales es bastante real lo que facilita identificarse con ellas. No en vano, ya que la autora ha ido perfilando a base de investigar entre su círculo familiar y amistades. Recogiendo experiencias, uniendo recuerdos de anécdotas propias, ajenas e inventadas. Y eso, se nota.
Las protagonistas es un variopinto grupo de mujeres de diferente edad y estatus social muy bien caracterizado, en el que unas encuentran mayor protagonismo que otras. De este modo nos encontramos con la persona que embauca a las demás a realizar el viaje, Judith, quien pone la nota de misterio al guardar celosamente el diario de su querido Arne, pero no es lo único que esconde. Mientras que su amiga Caroline, una exitosa abogada, fría e independiente y con un fuerte carácter, vive a ciegas, sin querer admitir que hace tiempo que la rutina ha invadido su vida, distanciándola de su pareja. En su matrimonio hay algo que hace tiempo no funciona.
Por su parte Eva, desde que se convirtió en madre, dejó aparcada su carrera profesional para dedicarse en cuerpo y alma a su familia. Con cuatro hijos esta ama de casa se ha convertido en una sombra que dejado de preocuparse por ella misma, olvidando que además de madre, también es una mujer.
La más joven Kiki no sólo tiene dudas acerca de su relación con un hombre más joven que ella (Max Thalberg), sino que, además, es el hijo del jefe. Y teme que su vida laboral y amorosa interfieran, impidiendo un ascenso o incluso mantener el puesto de trabajo. Por ello, decide dar la espalda al amor.
La última de estas amigas es Estelle. Sin duda, la que menos participación tiene dentro de la trama. Con una posición social y un tren de vida superior al resto y de la que poco más se conoce, quedando como colaboradora necesaria en determinado momento, pero no va más allá.
El viaje comienza con esperanza y determinación, como un reto incluso. Pero, poco a poco se irá complicando, convirtiéndose en un trayecto tortuoso en el que, las dudas, las debilidades y los secretos acabarán aflorando, provocando intentos de abandono y forzando la frágil amistad que las une hasta ponerlas al límite para ver caer el muro con el que se protegen tanto frente a ellas mismas, como frente a otros.
¿Conseguirán recorrer todas ellas el camino hasta el final?
Si hay algo que me ha confundido, es la constante relación entre el Camino de Santiago y la peregrinación a Lourdes, hasta el punto de que en determinado momento mezcla ambos, dejándome con la duda de a cual de ellos se estaba refiriendo. No sé si ha sido intencionado o no.
Por otro lado, he realizado un aterrizaje forzoso a mitad de la lectura, lo que demuestra que, a pesar de lo mucho que uno se evada en los libros, acaba regresando tarde o temprano a la triste realidad. En este caso ha sido a través de la inevitable mención de enfermedades al llegar a su destino.
«Eva se figuró que tenía una parálisis muscular progresiva. Ningún milagro en el mundo podría curar estas enfermedades».
Para finalizar, entre las frases de la novela he escogido un consejo:
«Ocúpate de los problemas que tienes y no de los que podías tener»
Novela: Las cenas de los martes
Autora: Monika Peetz
Categoría: Narrativa / Ficción
Recomendación: Las cenas de los martes habla de relaciones de pareja y de amistad, pero el hecho de que la gran mayoría de las protagonistas supere los cuarenta años, esté casada o con hijos, recomendaría esta novela a mujeres que estén en cualquiera de esas situaciones.
Curiosidad: Esta novela tiene una continuación Las amigas de los martes en el balneario.