La reseña de esta semana se corresponde con otro de los títulos adquiridos de segunda mano, Una Muerte Sencilla, del escritor Peter James.
Cuatro amigos (Robert Houlihan, Peter Waring, Luke Gearing y Josh Walker) en una despedida de soltero deciden gastar una broma macabra al novio (Michael Harrison) y enterrarle en un ataúd mientras ellos disfrutan de la fiesta de despedida de soltero. De este modo se vengarán de las pesadas bromas que el novio les ha gastado en el pasado. Sin embargo, la noche de borrachera se tuerce y los cuatro amigos acaban teniendo un accidente que les costará la vida.
El novio permanecerá enterrado y aislado de la civilización ya que la única persona que sabe dónde se encuentra no parece tener intención de hablar… al menos por el momento.
El inspector Roy Grace se encargará de resolver el misterio del prometido desaparecido, recabando información de la novia, Ashley Huxley, y del socio y amigo del novio, Mark Warren, que debido a un retraso de un vuelo no pudo acudir a la despedida.
La novela de tinte policíaco aúna codicia, ambición, seducción y misterio, características propias de una película de sobremesa de serie B. La lectura comienza con gran curiosidad ante lo que parece una broma macabra. Según avanza la narración se detecta parte de la trama. Sin embargo, el autor decide dar un giro inesperado que mantiene en vilo al lector.
El inicio de la trama con sus escenas angustiosas me recordó al paso de Quentin Tarantino por la serie CSI Las Vegas, en concreto al capítulo Peligro Sepulcral. Pero en el libro, a diferencia del capítulo de la serie televisiva CSI, no se detiene en escenas agónicas y claustrofóbicas más que para dar un poco de intensidad a la trama.
El argumento me ha gustado y que la prometida sea una Huxley ha incitado a su lectura, no lo voy a negar. Incluso me ha resultado graciosa una broma que he localizado entre sus líneas que quizá conozcáis muchos, y que transcribo a continuación:
«Hace tiempo leí que los franceses beben más vino tinto que los ingleses, pero viven más. Los japoneses comen más pescado que los ingleses, pero beben menos vino y viven más. Los alemanes comen más carne roja que los ingleses, y beben más cerveza, y también viven más. ¿Sabes cuál es la moraleja de la historia?
No es lo que comes o bebes lo que te mata, sino hablar inglés».
Para finalizar os dejo una de las citas que he extraído de la novela
«No ascendemos al nivel de nuestras habilidades, caemos al nivel de nuestras excusas».
Novela: Una muerte sencilla
Autor: Peter James
Categoría: Best-seller/Novela Negra/Intriga
Recomendación: Novela entretenida.