El pequeño Luisete me asombra con sus razonamientos. Hoy sin ir más lejos me ha soltado:
– Mamá, mamá.
Una vez se percata de que ha acaparado toda mi atención me dice muy serio:
– Cuando seas mayor se te va a ir todo el pelo.
Mierda, espero no sea un vaticinio, pienso.
– Ah ¿sí? -le pregunto sorprendida mientras él afirma con la cabeza-. ¿Adónde?
– A otro país -responde con seguridad aún afirmando con la cabeza.
– Pues entonces me tendré que ir de viaje a buscarlo -respondo igual de seria.
——————————————————————————–
-Cariño -le digo-. Dentro de poco tendrás vacaciones, ¿dónde vas a querer ir?
– Donde tú quieras mamá -responde con una seriedad inusual para un niño de tres años-, porque yo no mando.