Desde que mi hijo cumplió los dos años no ha parado de chapurrear. Comenzó soltando unas palabras incomprensibles. Pero poco han ido tomando forma, llegando a construir sus pequeñas frases. Tenemos unas conversaciones muy divertidas. Mi pequeño aprende día a día, muy rápido, no deja nunca de sorprenderme.
A punto de finalizar el año 2014 y a escasos meses de que cumpla los tres años, ha protagonizado unas cuantas anécdotas en las que no he parado de sonreír y de reír. En ocasiones he tenido ganas de achucharle, aunque también ha habido momentos tensos, no voy a negarlo, como cuando aprendió a decir «NO». ¡Cómo les gusta esa palabra a los niños!
Hoy me gustaría dejaros un pequeño muestrario de esos momentos que he pasado con el pequeñín y que son dignos de recuerdo. Espero que os guste.
Ayer mismo se agenció una cámara de fotos de juguete de su primo, que estaba en casa de los abuelos. Iba feliz con su cámara haciendo fotos, hasta que se para y me dice:
– Mamá, sonríe, que te voy a hacer una foto.
– Cheese -digo posando y enseñando toda mi dentadura.
Clic
– Mira mamá -me dice muy serio- esta eres tú.
– ¿Qué tal he quedado? -pregunto, continuando con mis quehaceres y sin hacer amago de mirar la cámara, pues ya me sé los muñecos que aparecen.
– Mírate, mamá -insiste, enseñándome la foto.
Le sigo el juego y miro la pantalla.
– Pero cariño, esta no es mamá -le contesto muy seria-. Mamá no es rubia -le digo, guiñándole un ojo.
– Mamá, eso es por las pilas.
————————————————————————————————
A la vuelta de vacaciones de verano, después de pasar una semana sin perro, le pregunto cariñosamente al can:
– ¿Nos has echado de menos?
– Mamá -me contesta mi hijo, levantando las dos manos para dar mayor énfasis- ¡que el perro no habla!
————————————————————————————————
– ¿Cómo estás vida?
– Que no soy vida, que me llamo ¡LUIS!
————————————————————————————————
Las canciones de mi infancia me traen unos gratos recuerdos, así que desde que era solo un bebé le he ido cantando canciones de Miliki, entre otras. Hace muchos meses que no lo escuchábamos, así que pensé que ni se acordaría de la letra, por eso me sorprendió cuando me dijo:
– Mamá, ponme el circo. Había una vez un circo que alegraba el corazón…
– Pero, ¿te acuerdas?
– Claro, mamá. Soy muy listo.
Sí que lo es. Os lo aseguro.
————————————————————————————————
– Cariño, ¿qué tal te lo pasas con tus amiguitos en el cole?
– Bien
– ¿De qué hablas?
– Pijadas
– ???
Sin comentarios.
————————————————————————————————
– Mamá, estoy muy feliz estando contigo -dice mi hijo, abrazándome con fuerza-, ¿y tú?
No lo puedo evitar, se me pone una risa tonta y se me cae la baba.
– Yo también soy muy feliz estando contigo, cariño -le contesto mientras le doy un achuchón y un besazo, deseando que este momento no acabe jamás.
Os lo podéis imaginar, a esta mamá se le cae la baba con su niño.