Sin duda alguna, una de las escritoras consagradas de nuestro país, que consigue transformar sus libros en best-sellers, es Julia Navarro. Por lo que teniendo a mano un ejemplar de La Sangre de los Inocentes, resulta difícil resistirse a su lectura.
El argumento de la novela se desarrolla en tres periodos de tiempo ordenados cronológicamente. De este modo la autora comienza relatando el mundo de los cátaros, en el siglo XII, a través de la figura de Fray Julián, notario de la Inquisición e hijo bastardo de don Juan de Aínsa. Fray Julián recogerá todo cuanto acontece en el asedio a Montségur.
En la segunda parte, en pleno siglo XX el profesor de universidad, Ferdinand Arnaud, es contratado por el conde d´Amis para autentificar los pergaminos que contienen las crónicas de Fray Julián, un legado familiar que ha pasando de generación en generación durante siglos. Ambos colaborarán juntos a pesar de tener distintos puntos de vista respecto al destino que quieren dar a las crónicas de Fray Julián.
«Eso es una majadería, tanto como ese movimiento político que quiere impulsar una Francia con distintas identidades y lenguas. En mi opinión, eso sería dar un paso atrás en la historia. No me parece que haya que sacrificar el Estado moderno para regresar a la Edad Media».
En la última parte de la novela, en la época actual, Julia Navarro pone de manifiesto el fanatismo religioso en cada una de sus vertientes, trasladándonos a ciudades como Granada, Roma o Jerusalén.
Os dejo un adelanto de lo que os podéis encontrar en la novela y que, por desgracia, resulta de gran actualidad en nuestros días:
«Vivimos en un momento difícil, la crisis que asola Europa hace que mucha gente crea que hubo un tiempo pasado en que las cosas fueron mejor. Es el momento en que astrólogos, espiritistas y embaucadores se aprovechan del miedo. Del miedo que recorre Europa ante la incertidumbre del futuro. Hay gente dispuesta a creer lo increíble porque resulta más consolador que afrontar la realidad».
En las dos primeras partes de la novela, la autora nos introduce de forma pausada en la trama, con esa forma de narrar tan característica y cautivadora que convierten sus libros en éxitos de ventas. En cambio, en la última parte de la novela cambia de registro, convirtiéndose en un auténtico thriller con un desenlace que deja algunas preguntas en el aire.
Una vez más Julia Navarro logra aunar en la misma trama el tema del nazismo y la religión retomando, como lo hiciera en La Biblia de Barro, el exterminio judío por parte de los nazis, mostrándonos los estragos que ocasiona la intolerancia religiosa, ya sean católicos (Inquisición), judíos (Palestina) o musulmanes.
Además, muestra la barbarie del fanatismo religioso desde la raíz, ilustrando cómo se fomenta inoculando el odio y el rencor en los más vulnerables para mantener alimentado el complejo entramado criminal que está arraigado en la sociedad bajo apariencia de integración, y cómo aniquilan a todo el que pueda derrumbar su sostenibilidad.
Para finalizar, os dejo varias citas de lo más significativas del contenido del libro, que me han parecido dignas de mención:
«Uno de los problemas de los seres humanos es la desconfianza hacia quien es distinto. No les entendemos y nos sentimos incómodos, con miedo».
«¡Cuánto fanatismo! ¡Cuánta sangre derramada en el nombre de Dios! (…)Dios no podía perdonar a quienes utilizaban su nombre para torturar y asesinar a otros seres humanos.»
«No se puede imponer la fe con la fuerza de la sangre derramada«.
Novela: La Sangre de los Inocentes
Autor: Julia Navarro
Categoría: Best-seller/Thriller
Recomendación: Dado que trata temas religiosos y puede provocar alguna reacción en personas intransigentes a nivel religioso, recomiendo la lectura a personas con apertura de mente.