En más de una ocasión he visto esa caligrafía casi infantil de letras azules indicando sobre el fondo blanco Perdona si te llamo amor (Federico Moccia), entre los libros más vendidos. Por eso, invadida por la curiosidad, cuando hace un par de semanas vi anunciada la película en televisión, me decanté por cambiar de canal y agenciarme urgentemente el carnet de la biblioteca municipal para leer antes el libro.
La novela, orientada al público juvenil, posee una escritura sencilla de capítulos cortos, incluyendo un sutil produce placement que va desde marcas de zapatillas hasta bolsos. Además de mencionar diversos lugares de la ciudad de Roma donde «dejarse caer»para disfrutar de una buena cena, o tomar el mejor batido de la ciudad.
El argumento se centra en Alessandro Belli, un afamado publicista de treinta y siete años al que le acaba de abandonar su novia. Acudiendo a trabajar sufre un accidente de tráfico, chocando lateralmente contra una joven de diecisiete años que acude en bicicleta a clase, Niki. A pesar de la diferencia generacional entre los dos surgirá «un amor intenso y hermoso, de esos amores que duran toda la vida«.
Dejando a un lado las más variopintas citas de personajes históricos del mundo de la filosofía (Aristóteles), política (Simón Bolívar, Winston Churchill, Ben Franklin), música (Jim Morrison), y, cine (Rambo), que se mencionan por doquier en la novela, me he decantado por escoger una frase de las más representativas de la novela:
«Yo estoy esperando volver a empezar a vivir, a emocionarme de nuevo, a reír, a bromear, a correr, a saborear cada instante de mi tiempo, (…) quiero vivir sin prisa».
Novela: Perdona si te llamo amor
Autor: Federico Moccia
Categoría: Best-seller/Juvenil
Recomendación: Especialmente dirigida a público adolescente, soñador y a todo aquel que sienta que le «han robado el amor».
Morgana Huxley 
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