Hace algún tiempo leí una novela de la que guardo gratos recuerdos: «El Códice Maya» (The Codex). Una trepidante aventura de principio a fin que aúna intriga, acción y entretenimiento.
La historia comienza con lo que aparentemente parece una reunión familiar. Tres hermanos acuden a casa de su padre, en la fecha que éste les ha emplazado, el 15 de abril. Al llegar a la mansión, descubren que su progenitor, Maxwell Broadbent, ha desaparecido misteriosamente, junto con su enorme colección de arte y antigüedades valorada en quinientos millones de dólares. En su lugar sólo hay una cinta de vídeo en la que les desafía a encontrar la fortuna. Ése es será su legado.
Sus vástagos se verán implicados en la búsqueda de las posesiones de su padre por separado, debido a la inexistente relación entre ellos. También aparecerá una cuarta parte en discordia, una compañía farmacéutica interesada en adquirir un códice maya que forma parte de la colección y que contiene antiguas fórmulas ancestrales.
Novela amena, de fácil lectura y sumamente adictiva. Logra transportar al lector a través de la frondosa selva Hondureña, en la que los protagonistas se enfrentrarán con sus propios miedos. La integridad física y moral se pondrá a prueba a base de múltiples situaciones de peligro, aventuras y retos. Poniéndose de manifiesto debilidades humanas como la codicia y la traición. Aunque entre sus páginas también hay espacio para el arrepentimiento:
«Veía con tanta claridad como si volviera a ser niño: todas las malas acciones que había hecho, los delitos que había cometido, el egoísmo y la avaricia (…) Era muy fácil enredarse y confundir prestigio con honestidad, poder con responsabilidad, adulación con lealtad, provecho con el mérito. Tenía que poseerse una clarividencia excepcional para conservar la integridad…»
Novela: El Códice Maya
Autor: Douglas Preston
Categoría: Best-seller/Aventuras
Recomendación: Toda una máxima que descubrí en sus páginas:
«Si soy una buena persona es porque elijo serlo. Yo creo que los seres humanos tenemos la libertad de elegir».